Proyecto creado por Lessongui Soro y apadrinado por la Asociación Llamada Cultural y por Salhadas Madrid. El Templo del Tam Tam es una escuela de música en construcción situada en Korhogó, Costa de Marfil.
miércoles, 15 de enero de 2014
Agradecimientos
Empezó la recaudación de la escuela de música El templo del Tam Tam.
Ayer, Martes 15 de enero, en la milonga de Marcos Iaffa en la sala Siwa de Madrid (Ballesta 26), se recaudaron 60 euros para construir un techo.
Agradecimientos:
Susana, una Mochila Tam Tam negra
Victor, un delantal Tam Tam negro
Manu, una mochila Tam Tam negra
Marcos (el profe), un delantal Tam Tam negro
Un chico simpático en la pizzería, una mochila Tam Tam negra
Ayer, Martes 15 de enero, en la milonga de Marcos Iaffa en la sala Siwa de Madrid (Ballesta 26), se recaudaron 60 euros para construir un techo.
Agradecimientos:
Susana, una Mochila Tam Tam negra
Victor, un delantal Tam Tam negro
Manu, una mochila Tam Tam negra
Marcos (el profe), un delantal Tam Tam negro
Un chico simpático en la pizzería, una mochila Tam Tam negra
Conversaciones en Dakar
Consultamos el calendario chino. Año 2013, serpiente de agua, favorable. Elegimos Dakar para el encuentro. Ubicación cardinal oeste, capacidad para asumir riesgos. Favorable.
¿El día?, 29 de agosto. La hora, cinco en punto de la tarde.
Él caminaría hacia la Plaza del Buen Encuentro, superada la esclavitud en el flanco sur.
Yo caminaría desde el norte, dejando atrás la lucha por la independencia contra los malditos franceses.
Desde el sur vestido de algodón blanco sobre su piel negra.
Desde el norte vestida de seda roja sobre mi piel blanca.
¿El ritmo? El de un tambor.
Él lo marcaría con los dedos, es percusionista. Yo, con las caderas.
Caminando. Un paso tras otro, sus dedos marcando el ritmo, mis caderas al compás.
Cuando ames algo procura llegar caminando, habíamos dicho.
tac – tactac – tac – tactac
La danza cae en la música.
El latido, en la amistad.
(Sara Veiras)
¿El día?, 29 de agosto. La hora, cinco en punto de la tarde.
Él caminaría hacia la Plaza del Buen Encuentro, superada la esclavitud en el flanco sur.
Yo caminaría desde el norte, dejando atrás la lucha por la independencia contra los malditos franceses.
Desde el sur vestido de algodón blanco sobre su piel negra.
Desde el norte vestida de seda roja sobre mi piel blanca.
¿El ritmo? El de un tambor.
Él lo marcaría con los dedos, es percusionista. Yo, con las caderas.
Caminando. Un paso tras otro, sus dedos marcando el ritmo, mis caderas al compás.
Cuando ames algo procura llegar caminando, habíamos dicho.
tac – tactac – tac – tactac
La danza cae en la música.
El latido, en la amistad.
(Sara Veiras)
sábado, 4 de enero de 2014
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